Pobres adultos decadentes...

Ultimamente he conversado bastante con mi madre sobre diversos temas y la verdad es que cada vez que hablo ella me mira con una cara de incompresión absoluta como diciendo "¿¿¿cómo puede pensar así???". Bueno, como es de esperar, yo muchas veces la escucho a ella y me cuesta entender cómo puede pensar como piensa. Seguro a muchos les debe pasar, en distintos momentos de la vida, y no creo que esto sea motivo de preocupación alguna sino más bien el resultado sencillo del hecho que nos separan unos 27 años. El mundo avanza tan rapidamente que en un abrir y cerrar de ojos, o mejor dicho, en un nacimiento y crecimiento de un niño todo cambia drasticamente. Cambia tanto que los adultos no entienden a los más jóvenes y los jóvenes no entienden a los adultos.

Desde mi punto de vista, sin ser tan "adulto" ni tan "joven", mi opinión es muy sencilla: siento la más profunda decepción y tristeza de ver el mundo que hemos heredado. Todo está empapado de una decadencia abrumadora, una falta de esperanza y un miedo aterrorizante. A mi personalmente el mundo "adulto" me parece la dimensión más oscura que conozco hasta ahora. La impresión que uno tiene es que de repente te encuentras con una manga de weones reprimidos y fracasados, que en algún momento decidieron dejar de soñar, de disfrutar la vida, de ser simples, y se dieron por vencidos para entrar en un mundo en donde vives atrapado, pagando cuentas, obligado a trabajar por años y compitiendo hasta agotar el aliento por obtener un miserable sueldo. Lo peor es que esa experiencia te debe dejar tan trastornado e insensible que después de encuentras con los jóvenes y no haces nada mejor que pisotearlos. Pisotear sus ideas y sueños, tramitarlos en venganza por todo lo que te costó a ti, temerles porque si son buenos pueden poner en peligro tu puesto, y decirles con una formalidad siniestra: mira pendejo, tu vienes a aprender acá, así se hacen las cosas, deja que los "grandes" te enseñemos.

Por otro lado es relativamente normal que las nuevas generaciones traten de cambiar un poco las cosas. En el intento se encuentran con la resistencia adulta que les dice "mira cabrito, las cosas siempre se han hecho así". Así es como muchos jóvenes, día tras día, se convierten de un momento a otro en unos vejetes, aceptando las malévolas instrucciones adultas y pasan a ser uno más de ellos. Es tanto el trauma de esta transformación que muchos empiezan a tener problemas en su vida personal y terminan regalando grandes sumas de dinero a un tipo sentado en un sillón que los escucha y les cobra un ojo de la cara por sesión. Hay otros métodos como el alcohol o la droga, también se usa mucho esto de maltratar a la esposa o a los hijos y por supuesto algunos eligen caminos como la pedofilia o cosas así. Todo signo de un trauma sicológico severo ya acumulado de varios años. Todo esto acompañado de una vestimenta de "vitrina", sencillita, sin salirse de lo tradicional, y un aspecto físico deteriorado, con guata y son cara de sufrimiento.

Me pregunto si estos tipos están ya medios locos, me pregunto si es inevitable que yo llegue a ser uno de ellos, me pregunto si la vida es en efecto una interminable secuencia de eventos decadentes que te van quitando día a día la vida y la luz que llevas dentro hasta que finalmente mueres y puedes al fin liberarte de toda esta putrefacción. A los adultos que leen esto, les dejo claro que NO ME GUSTA EL MUNDO QUE HAN CREADO Y SIENTO UN PROFUNDO ODIO POR TODO LO ESTABLECIDO. Tampoco se les debe culpar, pues la historia es muy larga hacia atrás, llena de desastres inhumanos y en particular en Chile creo que el gobierno militar fue un evento descaradamente aniquilador y no me extraña que todos los adultos que vivieron eso estén profundamente alterados mentalmente, robotizados al máximo, que todo este sistema de la reconchasumadrezorrademierda les parezca absolutamente normal y que practicamente ya no tengan más remedio que esperar su muerte.

De sólo pensar, y se los digo en serio, de sólo pensar así remotamente en dejar de ser joven y espontáneo, dejar de soñar, y meterme en un traje para trabajar toda mi vida con el único objetivo de formar un hogar y una familia y trabajar toda la vida en una oficina, simplemente me dan ganas de rajarme la garganta con el mejor cuchillo afilado de la cocina. Tal vez sea mejor hacerlo en un restorán de carnes a la espada, así puede que hasta aparezca en la tele...

He visto la cara de los niños al jugar. La inocencia. La paz. Al crecer, todo se pierde.

Como dirían los Prisioneros en "Quieren dinero": No es chiste ser mayor, paren mi reloj por favor !!!!!! "